viernes, enero 11, 2008

VERGÜENZA EN EL NOU CAMP

Noviembre de 1976. Llegaba el Super-Valencia de Ramos Costa como líder al Nou Camp. Daba miedo esa delantera Rep-Diarte-Kempes. Encima el Lobo Diarte empezó transformando un penalty. Fue un espejismo. El Valencia de Heriberto Herrera, aquel Sargento de Hierro que no supo conjuntar tan buenas piezas, llevaba una racha de visitante nada halagüeña, con fútbol barraquero consiguiendo dos derrotas y un empate a cero. Y en el Nou Camp nunca se puede jugar así.

Manolo Clares, aquel delantero que vino del Castellón, nos los marcaba hasta con el culo. 5 consiguió aquella noche. Aquel día debería haberle dicho a Cruyff, "Johan, marca ya", aquella célebre frase por la que fue expulsado en La Rosaleda por Orrantia. Ni la detención de la Pantoja causó tanto revuelo.

Pero la imagen de aquel partido fue la rabia contenida por la remontada blaugrana, por el mal fútbol de nuestro superequipo, y por aquel centro de Rexach desde la derecha, surgiendo en alto la pierna izquierda de un uruguayo llamado Amarillo, que nos empalmó un obús por toda la escuadra larga. Pepe Balaguer sólo pudo mirar cómo entraba. Mi reacción fue apagar la tele. Sólo pensaba en la mofa de mis compañeros el día siguiente. Nos marcaron 6. En mi cabeza retumbaba ese "Valencia" del maestro Serrano adaptado como "Valencia, come mierda con paciencia y verás cómo te sienta". Hasta muchos años después, en un día de invierno en la localidad alemana de Karlsruhe, no sentí nada parecido.

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